1813 abuztuak 4, hiritik at zeuden 21 donostiarrek gutuna ematen diote Wellington jeneralari salatzen Lesakan, “Castaños jeneral espainiarraren agindua donostiar guztiak hiltzeko eta hiria erretzeko“,:
“… Pasaje 4 de agosto 1813. Los exponentes (firman 21 vecinos) no pueden mirar con indiferencia la situación lamentable de sus hermanos y pesa muy poco la pérdida de sus propiedades abrasadas en comparación de la idea que forman de la futura suerte de aquellos infelices, pues que el rigor usado hasta aquí, agregado a algunas voces que han llegado a su noticia:
(Los soldados ingleses y portugueses decían públicamente en los campamentos y caseríos en que estaban alojados, que si entraban por asalto en San Sebastán, pasarían a cuchillo a todos los habitantes y arrasarían la ciudad), les hace temer que al tiempo del asalto peligren las vidas de los habitantes.
Alava jeneralak erantzuten die Lesaka 1813 abuztuak 6.
1º Manifiesto 7 de enero de 1814.
Los vecinos que se hallaban fuera de la ciudad, habiendo notado que las tropas aliadas no hacían el sitio como era de esperar de parte de los amigos y aliados, recurrieron el 4 de agosto al Excmo. Sr. Lord Wellington, duque de Ciudad Rodrigo por medio del memorial núm. 1 que dirigieron al cuartel general de Lesaca a manos del mariscal de campo de los ejércitos nacionales D. Miguel de Alava y mereció la contestación nº 2. A pesar de esta respuesta fueron en diputación a Lesaca D. José María de Leizaur y D. Joaquín Gregorio de Goycoa, vecinos de San Sebastián (que se hallaban fuera de ella) a representar al señor Alava lo mismo y de paso le indicaron un proyecto(a). (El proyecto indicado fue el plan que tenía dispuesto el comandante Ugartemendia, de ampararse (sic. por apoderarse) de la plaza de San Sebastián con solo los tres batallones de Guipúzcoa y los de Vizcaya sostenidos por loa aliados y lo hubiera verificado con muy poca pérdida de gente, desde el Castillo, pues amparándos de esta fortaleza ya la plaza estaba rendida; el sitio detrás del Castillo y el tiempo lo convidaban) para apoderarse del castillo al mismo tiempo que la plaza.
El señor Alava insistió en lo que dijo por escrito, repitiendo que el Lord era noticioso de los sentimientos patrióticos que animaban a los ciudadanos de San Sebastián en cuyo favor tenía expedidas las más estrechas órdenes y el mismo Señor Alava elogió altamente a la ciudad y la recomendó eficazmente al Exmo. Señor D. Manuel Freire que a la sazón se hallaba presente.”